El investigador Nelson Loyola, también decano de la Facultad de Ciencias Agrarias y
Forestales, desarrolló el singular alimento, rico en fibra y vitaminas.
Similar en apariencia y sabor a la hamburguesa tradicional es el producto desarrollado por
el investigador de la Universidad Católica del Maule (UCM), Nelson Loyola, quien se
adjudicó una patente del Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI), para el nuevo
alimento. “La solicitud cumple con los requisitos de novedad, nivel inventivo y aplicación
industrial”, sostuvo el organismo en su resolución.
“Es un alimento saludable que utiliza carne, pero que incorpora pulpa de cerezas que no
son aptas para la exportación en fresco, por el tamaño o color, lo que no significa que
estén descompuestas, sino solo que no obedecen a algunas características sensoriales”,
explicó Loyola, también decano de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UCM.
“No son cerezas de descarte -precisó-; sino frutas que, al no cumplir estándares de
exportación, se van a congelados u otras alternativas industriales como mermeladas,
jugos o complementos de yogurt. A mí me pareció que, ante la nueva tendencia de
consumir alimentos saludables, esa cereza podía contribuir a la masa de la carne con fibra,
pigmento y vitaminas, además de bajar la relación de grasa que comemos normalmente
en una hamburguesa”.
El académico -ingeniero agrónomo de profesión- indicó que el producto pasó evaluaciones
desde el punto de vista sensorial, químico y nutricional, para acercarse a los atributos de
una hamburguesa fabricada solo con carne de vacuno.
“Si usted tiene un producto que cumple con las evaluaciones química y nutricional, pero
no la sensorial, puede que ese producto no sea apetecido, aceptado o preferido por los
consumidores. De hecho, hay alimentos que han salido al mercado y han durado muy
poco, porque les faltó esa área”, señaló.
Un proceso desafiante
Obtener la propiedad intelectual del invento fue un proceso largo y desafiante, que partió
en la carrera de Agronomía. “La patente es el resultado de un trabajo de investigación que
se efectuó con estudiantes de pregrado, en el marco de poder ayudarlos con su proceso
de titulación, y que asumieron todos los insumos que yo aprendí en los cursos de
Innovación que ha dado la institución. Contamos también con el valioso apoyo de nuestra
Gestora de Convenio de Desempeño, Mariela Arriola”, afirmó el científico.
La directora de Innovación, Desarrollo y Transferencia Tecnológica de la UCM, Fabiola
Loyola, confía en que el producto será un aporte a la industria de los alimentos saludables.
“La concesión de esta nueva patente de invención es un reconocimiento al esfuerzo y
trabajo riguroso que realizan nuestros investigadores en el desarrollo de nuevas
tecnologías que puedan generar impacto en la sociedad, entregando soluciones a
problemáticas que actualmente demandan las empresas, así como su aporte a mejorar la
calidad de vida de la población”, aseveró.
Para la Vicerrectora de Investigación y Postgrado del citado plantel, María Teresa Muñoz,
la aprobación de la licencia ofrece numerosas posibilidades.
“Estamos muy contentos por esta nueva patente concedida, que sería nuestra tercera
patente nacional. Hemos adjudicado ya cuatro patentes desde el año 2019, una
internacional y tres nacionales, lo que demuestra cómo vamos creciendo en innovación y
transferencia tecnológica y evidencia la madurez de nuestros investigadores en transitar
desde la investigación aplicada a la innovación. Nuestra siguiente meta es poder buscar
interesados en estas tecnologías protegidas que deriven en posibles contratos
tecnológicos y podamos transferir nuestras capacidades e innovaciones a la sociedad,
siendo esto nuestro fin último como institución que aporta al desarrollo científico y
tecnológico, a la mejora de la calidad de vida de las personas y al medio ambiente
sostenible”, enfatizó.