La investigación, que dibuja un escenario sombrío para el futuro del planeta, arroja luz sobre una futura “red” de virus que saltará de especie en especie y que aumentará a medida que se calienta el planeta.
El cambio climático llevará a un gran número de animales a huir de sus ecosistemas. Pero al mezclarse de esa forma, las especies transmitirán más virus, lo que favorecerá la emergencia de nuevas enfermedades potencialmente transmisibles al ser humano, predice un estudio.
“Proporcionamos evidencia de que en las próximas décadas el mundo no solo será más cálido, sino también más enfermo”, advierte Gregory Albery, biólogo de la Universidad de Georgetown en Washington y coautor del estudio publicado este jueves (28.04.2022) en la revista Nature.
Escenario oscuro para el futuro
La investigación, que cruzó varias modelizaciones climáticas, datos sobre la destrucción de hábitats naturales y la manera en que los virus se transmiten entre especies, dibuja un escenario sombrío para el futuro del planeta en las próximas cinco décadas.
Un futuro irreversible, incluso si se limita el calentamiento global a 2ºC, afirman los autores.
Las investigaciones, que se realizaron durante más de 5 años, revelaron la interrelación entre los cambios en los ecosistemas y las transmisiones de enfermedades.
El estudio se realizó tomando en cuenta un total de 3.139 especies de mamíferos, siendo esta clase de animales la que alberga una gran diversidad de virus susceptibles de ser transmitidos a los humanos.
Más de 300.000 “primeros encuentros” entre especies.
Cada vez son más animales salvajes los que huyen de su hábitat, que se deteriora debido al aumento de las temperaturas, de la regresión de los bosques tropicales, el avance de la urbanización y de las áreas cultivadas y el tráfico de especies silvestres.
Los animales “emigran” hacia nuevos territorios, más favorables a su presencia, pero corren el riesgo de toparse con especies desconocidas para ellos.
De esta manera, los ecosistemas se redistribuyen geográficamente y podrían ocurrir más de 300.000 “primeros encuentros” entre especies.
Al mezclarse por primera vez, estos mamíferos formarán nuevas comunidades, un terreno fértil para nuevos cruces de infecciones, esencialmente virales.
Los murciélagos pueden infectar a un gran número de especies con las que se encuentran por primera vez.
“Red” de virus que saltará de especie en especie
El estudio arroja luz sobre una futura “red” de virus que saltará de especie en especie y aumentará a medida que se calienta el planeta. La investigación prevé al menos 15.000 transmisiones virales entre especies.
En ese escenario, los murciélagos juegan un papel central ya que abrigan a numerosos virus, pero sin desarrollar la enfermedad. Sin embargo, pueden infectar a los humanos a través de otro animal, un proceso llamado zoonosis, en el origen de varias epidemias como el COVID-19 o el Ébola.
Los murciélagos tienen además un gran potencial de dispersión del virus y pueden infectar a un gran número de especies con las que se encuentran por primera vez.
10.000 virus capaces de saltar a los humanos
El panorama es más que preocupante cuando se sabe que al menos 10.000 virus capaces de saltar a los humanos circulan actualmente “de manera silenciosa” entre mamíferos salvajes, subraya el estudio.
La investigación también indica dónde se darán estos procesos: África tropical, Asia del sureste y zonas donde la población humana será más densa en 2070.
La zona del Sahel, las tierras altas de Etiopía y el valle del Rift, India, el este de China, Indonesia y Filipinas también serán afectadas, así como algunas poblaciones de Europa central.
Pero el cambio climático se desarrolla de manera tan rápida que “está creando innumerables zoonosis peligrosas a nuestra puerta”, advierte Colin Carlson, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Georgetown.
El científico compara el proceso a una “bola de nieve” sacudida. Según él, es demasiado tarde para revertir la tendencia, pero es necesario “reconocer que el cambio climático será el principal vector de la emergencia de enfermedades y preparar por ende nuestros sistemas de salud”.
FEW (AFP, Nature)